Qué es la nicotina
La nicotina, que es una sustancia química que se encuentra de forma natural en la planta del tabaco, tiene un poderoso efecto en el cerebro cuando se fuma, produciendo sentimientos de placer y/o reduciendo los sentimientos de ansiedad. La exposición repetida y prolongada a la nicotina en el tabaquismo influye sobre la estructura del cerebro, y produce que cada vez necesites dosis más altas para alcanzar el mismo subidón de nicotina. Esto es lo que hace que los cigarrillos sean tan adictivos.
Privarse de la nicotina —por reducir la cantidad de cigarrillos que fumas o por dejar de fumar por completo— puede resultar en una variedad de síntomas de abstinencia desagradables y ansiedad intensa.
¿Por qué aparece la ansiedad de nicotina?
Si eres un fumador habitual, perder tu dosis regular de nicotina puede generarte una gran ansiedad a las 2-3 horas de haber fumado tu último cigarrillo.
Hay dos tipos de ansiedad: la ansiedad física y la ansiedad psicológica. La ansiedad física es la ansiedad constante de fumar. Este tipo de ansiedad disminuye de manera constante en intensidad durante varias semanas después de haber dejado de fumar. La ansiedad psicológica es un fuerte deseo de encender un cigarrillo en un momento particular. Este tipo de ansiedad repentina puede desencadenarse por la rutina, como querer fumar después de una comida o con ciertas bebidas, o cuando te sientes particularmente feliz, triste o estresado. Estos tipos de ansiedad repentina tienden a ocurrir con menos frecuencia con el pasar del tiempo, pero pueden ser sorprendentemente fuertes, incluso después de haber dejado de fumar hace meses.
Al mismo tiempo, es probable que reducir o dejar de fumar provoque síntomas de abstinencia desagradables, como dolores de cabeza, temblores, náuseas, sudoración, problemas de concentración, irritabilidad, ansiedad e insomnio. Por desgracia, los fumadores a menudo recaen en fumar otro cigarrillo en un intento por sentirse mejor.